miércoles, 24 de septiembre de 2008

*El Derecho a la recreacion*


El derecho a la recreación Para los niños, la vida es una aventura lúdica y creativa. El juego es la forma innata de explorar el mundo, de conectarse lúdicamente con otras personas, con los animales, con los objetos, con los hechos y los sentimientos. A través de lo lúdico se desarrollan la imaginación y la creatividad. A medida que crecen, el juego les permite construir su subjetividad, conocer el mundo, relacionarse con otros, experimentar procesos internos placenteros y/o dolorosos, en definitiva, comenzar a desarrollarse y vivir; y este aprendizaje es literalmente para toda la vida. Incluso en las circunstancias más difíciles los niños juegan. Más que un derecho es una necesidad.La Convención sobre los Derechos del Niño reconoce el derecho "al descanso y al entretenimiento, al esparcimiento y a las actividades recreativas propias de la edad." (art. 31 – Inc. 1)Se puede pensar que estos derechos son de una importancia menor respecto, por ejemplo, al derecho a la salud o la educación, y que no son prioritarios. Pero en materia de derechos no hay derechos de "primera" o de "segunda". Todos son igualmente importantes porque forman una red, y la falta de uno de ellos puede implicar que no se cumplan los otros. Por ejemplo, si el derecho al juego es vulnerado se pone en peligro el derecho a la educación, porque el juego, además de divertir, es una fuente de aprendizaje y de desarrollo físico y mental. También el derecho al descanso está íntimamente relacionado con la salud: los excesos de trabajo o de estudio debilitan la resistencia de los niños ante las enfermedades, y la enfermedad anula otros muchos derechos.El derecho al juego está en peligro: por la pobreza, las guerras y los conflictos armados, el trabajo infantil, la explotación y los abusos de todo tipo. También el sedentarismo, la televisión de mala calidad, los videojuegos, el exceso de tiempo dedicado al estudio y a otras actividades educativas, y la excesiva competitividad, limitan los beneficios de ese espacio de ocio, diversión y libertad que es el juego.El derecho a jugar equivale al derecho a la infancia. Impedirle jugar es robarle la infancia al niño, anticipar la vida adulta. Sin juego se queman etapas dejando huecos que más tarde se manifestarán como bases inestables de la personalidad.Al considerar la recreación, el descanso y el esparcimiento como derechos, se los reconoce como expresiones de comunicación y conocimiento, necesarias para el desarrollo integral de la persona. Como adultos, podemos resignificar y revalorizar el espacio lúdico, donde el niño puede cultivar y expresarse creativamente para no perder nunca esa instancia inagotable de la infancia que brinda el juego.

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Hace 75 años , un luminoso 12 de noviembre de 1933, nuestro pueblo se vistio de fiesta para ese gran acontecimiento que fue la inaguracion del edificio de la Iglesia Parroquial,puesta bajo la advocacion de "Nuestra Señora del Carmen"