lunes, 1 de diciembre de 2008

EL AMOR ABRE CAMINOS DE REENCUENTROS Y RECONCILIACION


Si los argentinos le damos cabida al amor que renueva la esperanza, podemos descubrir que ‘está por nacer un país nuevo, aunque todavía no acaba de tomar forma, por tantas mezquindades. Gracias al diálogo hemos vivido aprendizajes cívicos importantes, logramos salir de una de las crisis más complejas de la historia, elegimos la no-violencia y surgieron caminos de cuidado de los más débiles. La experiencia nos ha demostrado que por el camino de la controversia se profundizan los conflictos, perjudicando especialmente a los más débiles y excluidos’. En cambio el reencuentro que hace posible el diálogo y exige la participación de todos, lleva a hacer de la Argentina una casa de familia donde nadie sobra”, destacó el obispo de San Justo, monseñor Baldomero Carlos Martini, en su mensaje de Adviento. El prelado consideró que este “tiempo de esperanza que no defrauda y empuja al amor que construye, nos capacita para responder de una manera humana a la realidad que nos envuelve y nos hace concientes de la necesidad de transparencia en la edificación de la ciudad terrena, creciendo en la promoción de los derechos humanos desde el reconocimiento de la dignidad de la persona humana en su concepción integral, que abarque al varón y a la mujer en todas sus dimensiones, desde la fecundación en el seno materno hasta la muerte natural y en todo su recorrido”. “El Adviento nos prepara para vivir y celebrar que Dios se hizo hombre en el seno virginal de María y se nos presenta como un canto a la vida, un canto a la dignidad del todo el hombre y todos los hombres, varones y mujeres, sin confusiones ni ambigüedades”, subrayó. Tras recordar que “los derechos humanos no los creamos nosotros y ninguna autoridad humana, sino que los descubrimos y debemos promover su respeto desde el amor que sana y dignifica”, reiteró que “el amor no margina, ni excluye a nadie. Solo el Amor salvará a los argentinos, heridos por tantas inseguridades y desencuentros”. Monseñor Martini señaló que “con este Niño pequeño nos llega la esperanza de que es posible empezar de nuevo a construirnos y a construir la ciudad terrena con la fuerza del amor y sobre los valores claves que debemos redescubrir y asumir para que se pongan en movimiento dentro de nosotros y desde nosotros en los otros y en todas las realidades humanas”. El obispo sostuvo que “con el Evangelio busquemos recuperar el respeto por la familia y por la vida en todas sus formas”, y exclamó: “¡Por piedad¡ basta de muertes y sí, un compromiso por la vida toda. El divino Niño que está creciendo en el seno virginal de María nos mira e interpela. En la familia se fragua el futuro de la patria y de la humanidad”. Por último, monseñor Martini exhortó a que “como familias realicemos el gesto de decirnos que nos queremos y vivirlo en cada instante. Como Comunidad busquemos a los menos amados para hacerles sentir nuestro amor y cercanía, y no excluyamos a nadie. Un amor especial a los jóvenes y a los niños, en ellos nos viene el Dios hecho niño. Como Matanza ayudémonos a descubrir que hay mucha gente que hace el bien y no daña a nadie. Como Patria caminemos hacia la reconciliación y la paz social”.+

Bodas de Brillantes

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FacundoQuiroga, Buenos Aires, Argentina
Hace 75 años , un luminoso 12 de noviembre de 1933, nuestro pueblo se vistio de fiesta para ese gran acontecimiento que fue la inaguracion del edificio de la Iglesia Parroquial,puesta bajo la advocacion de "Nuestra Señora del Carmen"